La casa está a tan sólo siete kilómetros de Lugo capital, pero desde luego dispone de actividades suficientes para no aburrirse ni un minuto.
La parte más antigua de la casa fue construida hace más de doscientos años y es la que hoy en día, constituye el centro de la edificación. En ella convivía el ganado con el hombre, como era tradicional en las aldeas gallegas, de forma que, en los duros inviernos, cuando el hielo se juntaba formando los caramelos que colgaban de los aleros, se aprovechaba el calor de los animales para calentar la casa. En la restauración de la casa se mantuvo intacta esta parte de la edificación, conservando el hollín sobre los muros y restaurando las "Cambaleiras" a través de las cuales las vacas comían la hierba. Asimismo, las paredes no han sido retocadas, de forma que reflejan perfectamente la arquitectura popular gallega, en la que no se utilizaba ni el cemento ni otro elemento de unión, disponiendo una piedra sobre otra. Parte del actual mobiliario estaba en la casa y ha sido restaurado para que los más pequeños sepan cómo se lavaba la gente por las mañanas cuando no había grifos con agua caliente y fría, y para que conozcan las artesas donde durante días, se conservaba el pan cuando no había frigoríficos.
Las actividades de la casa permiten conocer a fondo las labores agrícolas tradicionales, conociendo y participando en los trabajos que hacen posible que la huerta regale el milagro de las lechugas o los calabacines alimentandola de una forma absolutamente tradicional, aprovechando la "cama" que utilizan los animales como abono natural; y si lo desea, puede tambier participar en el cuidado de las plantas cavando las malas hierbas, recolectando frutos o recogiendo verduras, según las necesidades y la época del año.
Tambien encontrará en esta casa rural gallinas de raza autóctona ("pita de Mos"), cerdos ("porco o cerdo celta"), ovejas ("ovella galega"), caballos, burros, cabras, patos, ocas, gatos y dos perros: Minuto y Lister. Se han escogido animales de raza autóctona gallega porque éstas prácticamente habían quedado extinguidas y ahora que se está promoviendo su recuperación, ustedes y sus hijos podrán conocer, por ejemplo, las gallinas que durante siglos abastecieron de huevos estas tierras.
Puede participar tambien en la elaboración del Pan, en el horno tradicional que había en la casa, o bien en otro más pequeño, y le ayudarán a elaborar un delicioso pan hecho a base de leche y harina de trigo natural, o de centeno, o de maíz, o de mezcla. También podrá participar en la elaboración de queso fresco, con leche de vaca o de oveja, como guste, fabricar artesanal jabón, cestas e incluso le enseñaran a hacer las antiguas "xestas", una especie de escobas hechas a base de arbustos que, aún hoy en día, se siguen empleando para, por ejemplo, limpiar los hornos del pan tras la cocción.
Para realizar senderismo, le entregarán un mapa con las rutas más interesantes, entre ellas la de los molinos tradicionales, a la orilla del río Vilamoure. Igualmente se marcan las rutas para ir en bicicleta. Si le gusta el golf, a dos kilómetros de la casa tiene un campo con descuentos acordados para los huéspedes, tanto si es profesional como amateur. A quince kilómetros se encuentra el embalse de Portomarín, donde tambien puede practicar vela; hay descuentos para grupos. Y si un día no quiere moverse de casa... puede solicitar el servicio de masajes profesionales que podrá recibir en una camilla en la propia casa.
Contacto y reservas:
Teléfono: 982 20 82 13
Saa (Lugo)
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